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Módulo 2: La importancia de hábitos alimenticios saludables

4. Hábitos alimenticios, salud integral más allá de la salud física

Alimentación, salud mental y bienestar social

La alimentación tiene un impacto que trasciende la salud física individual, influyendo de manera significativa en la salud mental y social de niños y jóvenes, componentes esenciales de la salud integral. Por un lado, la calidad del desayuno se ha vinculado directamente con el rendimiento escolar: un desayuno completo y regular se asocia no solo a un mejor consumo de micronutrientes y una menor prevalencia de sobrepeso, sino también a una mejora en la función cognitiva y el desempeño académico.

Por otro lado, los modelos de alimentación no saludables se han relacionado con un mayor riesgo de sufrir ansiedad, estrés y depresión, e incluso se ha observado que un Índice de Masa Corporal (IMC) elevado puede aumentar los síntomas de ansiedad y la vulnerabilidad a los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), cuya base es primariamente psicológica.

Promover una alimentación rica en frutas y verduras, junto con un entorno de apoyo (en casa y en la escuela), resulta crucial no solo para el crecimiento adecuado, sino también para el desarrollo intelectual y el bienestar psicológico de los jóvenes.

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