Módulo 2: La importancia de hábitos alimenticios saludables
| Gunea: | Athlon |
| Ikastaroa: | Deporte Escolar aliado para la salud P1 |
| Liburua: | Módulo 2: La importancia de hábitos alimenticios saludables |
| Nork inprimatua: | Gonbidatua |
| Data: | larunbata, 2025(e)ko abenduaren 6(e)an, 07:02(e)tan |
1. Introducción al módulo
La importancia de una alimentación saludable
En este módulo hablaremos de los siguientes aspectos: la importancia de la alimentación y la relación que tiene con la actividad física y la salud. Este módulo estará dividido en tres apartados:
- Importancia de una dieta equilibrada y saludable
- Consecuencias de una dieta desequilibrada
- Alimentación saludable, más allá de la actividad física
2. Claves sobre la importancia de una dieta equilibrada en nuestro alumnado
Claves sobre la importancia de una dieta equilibrada en nuestro alumnado
La adopción de una dieta equilibrada es un pilar fundamental para la salud y el desarrollo óptimo, con implicaciones que se extienden desde los primeros años de vida hasta la vejez. Según la Organización Mundial de la Salud, una nutrición adecuada no solo asegura el crecimiento y desarrollo adaptado a la actividad física de los niños, sino que también establece hábitos dietéticos saludables cruciales para la prevención a corto y largo plazo de enfermedades crónicas como la obesidad, la hipertensión o la diabetes.
La evidencia subraya que los factores de riesgo biológicos y de comportamiento se originan en etapas tempranas y tienen efectos adversos a lo largo de la vida, haciendo de la alimentación y la actividad física intervenciones preventivas de por vida. En un entorno donde la publicidad y la globalización de las dietas han agravado los factores de riesgo, es esencial fomentar activamente una alimentación variada, limitando alimentos procesados, azúcares libres y grasas no saludables.
Para optimizar la salud y promover un envejecimiento saludable, se recomienda una dieta basada en verduras, frutas, cereales integrales y legumbres (aproximadamente el 70 % de la ingesta), complementada con proteínas y grasas saludables, y manteniendo la ingesta de azúcares libres preferiblemente por debajo del 5 % de las calorías totales.
3. La influencia de los hábitos de alimentación en la salud
HÁBITOS ALIMENTICIOS ADECUADOS: LA INFLUENCIA QUE TIENEN EN LA SALUD
La adopción de hábitos alimenticios adecuados es fundamental para contrarrestar la creciente prevalencia global de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2, la hipertensión y los problemas cardiovasculares. Estos problemas de salud están ligados a tendencias dietéticas nocivas, como el alto consumo de alimentos procesados y bebidas azucaradas, lo que desplaza la ingesta de alimentos frescos y agua.
La prevención requiere un esfuerzo especial en el fomento de la vida activa, la reducción del consumo de azúcares libres y grasas saturadas (manteniendo estas últimas preferiblemente por debajo del 10 % de la energía total) y la promoción activa de una dieta basada en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres (con una meta de 400–500 g/día de frutas y verduras).
Estas prácticas no solo ayudan a mantener un IMC óptimo y aseguran el aporte de fibra y nutrientes esenciales, sino que también protegen la salud cardiovascular y metabólica, dejando una huella positiva que se extiende hasta la edad adulta.
4. Hábitos alimenticios, salud integral más allá de la salud física
Alimentación, salud mental y bienestar social
La alimentación tiene un impacto que trasciende la salud física individual, influyendo de manera significativa en la salud mental y social de niños y jóvenes, componentes esenciales de la salud integral. Por un lado, la calidad del desayuno se ha vinculado directamente con el rendimiento escolar: un desayuno completo y regular se asocia no solo a un mejor consumo de micronutrientes y una menor prevalencia de sobrepeso, sino también a una mejora en la función cognitiva y el desempeño académico.
Por otro lado, los modelos de alimentación no saludables se han relacionado con un mayor riesgo de sufrir ansiedad, estrés y depresión, e incluso se ha observado que un Índice de Masa Corporal (IMC) elevado puede aumentar los síntomas de ansiedad y la vulnerabilidad a los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), cuya base es primariamente psicológica.
Promover una alimentación rica en frutas y verduras, junto con un entorno de apoyo (en casa y en la escuela), resulta crucial no solo para el crecimiento adecuado, sino también para el desarrollo intelectual y el bienestar psicológico de los jóvenes.