
Cuando hablamos de alimentación saludable, nos referimos a una forma de comer que ayuda a mantener el equilibrio del cuerpo y a mejorar la calidad de vida.
La salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado de bienestar físico, mental y social. A través de la alimentación proporcionamos a nuestro cuerpo la energía y los nutrientes que necesita para funcionar correctamente.
Es importante diferenciar entre alimento (lo que comemos o bebemos) y nutriente (las sustancias que el cuerpo utiliza para realizar sus funciones vitales), así como conocer los distintos tipos de nutrientes: macronutrientes y micronutrientes.
Una alimentación equilibrada influye directamente en nuestro bienestar físico, mental y social, ayudándonos a prevenir enfermedades, a regular nuestras emociones y a mejorar nuestra calidad de vida.